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jueves, 31 de mayo de 2012

EDAD INICIO LAS MAMOGRAFÍAS. SIGUE LA CONTROVERSIA

Para unos médicos no hay duda: las mamografías deben iniciarse a los 50 años y repetirse cada dos años, a menos que haya antecedentes familiares de cáncer de mama o algún otro motivo que aconseje empezarlas antes.

Para otros médicos, tampoco hay duda: deben empezarse a los 40 años y repetirse cada año, a menos - de nuevo-que haya algún motivo importante para iniciarlas antes.

En el centro de este debate se encuentran las mujeres, que pueden sentirse desconcertadas si, por ejemplo, el médico de cabecera les dice que esperen a los 50 y el ginecólogo les dice que hubieran debido empezar a los 40. ¿A cuál de los dos hacer caso?

Ventajas de la mamografía. 

"Las mamografías son el principal instrumento de que disponemos para la detección precoz del cáncer de mama", informa Rafael Fábregas, ginecólogo oncológico de USP Institut Universitari Dexeus. "Pueden detectar la gran mayoría de los cánceres de mama antes de que se puedan percibir por palpación y antes de que causen síntomas".

"Está claro que ayudan a reducir la mortalidad, esto no está en discusión", añade Carmen Vidal, responsable del programa de cáncer de mama del Institut Català d´Oncologia (ICO). ¿Qué es lo que está en discusión, entonces? "Es el coste que hay que asumir a cambio de conseguir esta reducción de mortalidad". El coste no se refiere únicamente al precio, sino sobre todo a las complicaciones derivadas de la mamografía en mujeres menores de 50 años.

El problema de los falsos positivos. 

La primera complicación se debe a cómo cambia la mama a lo largo de la vida. Si en mujeres jóvenes el tejido mamario suele ser compacto, alrededor de los 50 años pierde densidad. Esto favorece que, en mayores de 50 años, las mamografías ofrezcan por lo general imágenes relativamente fáciles de interpretar; además, el riesgo de sufrir cáncer de mama aumenta con la edad, de modo que la probabilidad de que la mamografía detecte un tumor también aumenta. Por encima de los 50 años, por lo tanto, no hay duda: todas las sociedades médicas relacionadas con el cáncer de mama aconsejan las mamografías.

En la franja de 40 a 50 años, en cambio, "los tumores se ven con menos nitidez debido a que el tejido mamario es más denso", explica Agustí Barnadas, jefe del servicio de oncología de Sant Pau. Esto propicia que a veces aparezcan en las imágenes manchas sospechosas que obligan a hacer exploraciones complementarias. Es preciso volver a examinar la mama - por lo general por ecografía-y en muchos casos realizar una biopsia para comprobar si las células son cancerosas o no.

La inmensa mayoría de estas manchas resultan ser falsas alarmas. Es lo que en medicina se llaman falsos positivos: resultados que indican que ocurre algo allí donde en realidad no ocurre nada importante. Pero esto no evita que las pacientes se sientan intranquilas a la espera de tener los resultados de la biopsia.

Según un informe publicado el 9 de septiembre en la revista The New England Journal of Medicine,habría que hacer mamografías anuales a más de 1.900 mujeres durante once años, y manejar unos 2.000 falsos positivos, para prevenir una sola muerte en la franja de edad de 40 a 50 años. ¿Justifica esta vida salvada tantas mamografías y biopsias?

Los efectos de la radiación. 
A todo ello se añade que cada mamografía expone la mama a una pequeña dosis de radiación. Aunque las últimas generaciones de mamógrafos aplican dosis muy bajas, no hay ninguna dosis que tenga riesgo cero. Cuanto mayor es la dosis a la que se ha expuesto un tejido a lo largo de la vida, mayor es el riesgo de que la radiación provoque la aparición de un tumor en ese tejido. Lo cual lleva auna paradoja: aunque las mamografías bien utilizadas reducen la mortalidad por cáncer, utilizadas en exceso, podrían aumentarla.

El debate de los tumores no invasivos.También se ha criticado que las mamografías detectan tumores pequeños que, en algunos casos, no se extenderían a otros órganos, sino que quedarían localizados en la mama sin causar problemas. Por lo tanto, según este argumento, las mamografías llevan a utilizar tratamientos agresivos de cirugía, quimioterapia y radioterapia en casos en que no serían necesarios.

Por ahora, este es un debate conceptual de escasa utilidad práctica, ya que el propósito de las mamografías es precisamente detectar los tumores cuando son pequeños y las probabilidades de curación son elevadas. "Mientras no tengamos herramientas para identificar cuáles serán invasivos, todos deben tratarse", dicen Ignasi Tusquets y María Dolors Sabadell, del hospital del Mar.

¿Cada año o cada dos años? 
En Catalunya, mientras el Departament de Salut recomienda las mamografías cada dos años a partir de los 50, algunos médicos y algunas mutuas las recomiendan cada año a partir de los 40. Esto se explica porque los cánceres de mama suelen ser de crecimiento más lento en mayores de 50 años que en mujeres más jóvenes. Por lo tanto, si se empieza a los 40, está justificado que el seguimiento sea anual, pero si se empieza a los 50, está justificado espaciar más las mamografías.

¿Y si hay antecedentes familiares? 
Para las mujeres con antecedentes de cáncer de mama o de ovario en la familia, especialmente en familiares de primer grado como madre o hermanas, las recomendaciones son distintas que para la población general. En estos casos se aconseja consultar a un especialista en consejo genético para evaluar a qué edad conviene iniciar las mamografías.

¿Quéaconsejan los médicosa sus familiares? 
Hasta aquí la teoría. Pero una vez expuestos todos los argumentos es cada mujer quien debe decidir cuándo empieza a hacerse mamografías. Ante la complejidad del problema, La Vanguardia ha preguntado a algunos de los principales especialistas de Catalunya qué recomiendan ellos personalmente a sus esposas, hermanas o amigas o, en el caso de ser mujeres, qué hacen ellas.

No puede decirse que esta pequeña encuesta haya aclarado gran cosa. Los ginecólogos Lluís Cabero de Vall d'Hebron y Rafael Fábregas de Dexeus recomiendan empezar a los 40; la epidemióloga Carmen Vidal del ICO y la oncóloga Isabel Rubio de Vall d'Hebron se decantan por los 50; y, entre medio, el oncólogo Agustí Barnadas de Sant Pau recomienda “una primera mamografía entre los 45 y 48 años”, mientras Rafael Rosell, de Germans Trias i Pujol, aconseja “ser flexibles para que cada mujer valore su caso con su ginecólogo de manera personalizada”.

Si algo revela esta disparidad de opiniones es que, entre los 40 y los 50 años, la diferencia entre pros y contras de la mamografía es incierta. “Realmente, no sabemos cuál es la mejor edad para empezar las mamografías”, reconoce Isabel Rubio.

Se hagan o no mamografías, los especialistas recomiendan explorarse las mamas. “Es conveniente que cada mujer sepa cómo son sus mamas, de modo que, si aparece una alteración en algún momento, a la edad que sea, pueda consultar a un especialista y hacerse una mamografía”.





Fuente:www.lavanguardia.com

domingo, 27 de mayo de 2012

CANCER DE MAMA Y FASE HORMONAL.


Las hipótesis sencillas también son difíciles de probar. Hace ya tiempo, más de 20 años, un investigador planteó el hecho de que el día del ciclo menstrual en el que se opera un cáncer de mama podría ser importante.
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Estudios en la literatura orienta hacia que quizás las mujeres jóvenes operadas de cáncer de mama en la segunda mitad del ciclo menstrual (desde el momento de la ovulación hasta la regla) podrían evolucionar mejor que las que operaran la primera mitad del ciclo (desde la regla hasta la ovulación). En la primera mitad del ciclo la hormona más abundante en la sangre de la mujer son los estrógenos, en la segunda mitad la progesterona.
Un único hospital de la India, ha conseguido en 7 años realizar un estudio que consiste en administrar unos días antes de la operación una inyección única de progesterona para conseguir un nivel en la sangre de esta hormona similar al que existe en la segunda fase del ciclo menstrual. La mitad de 1000 pacientes recibían la inyección y la otra mitad se operaban sin recibirla. Después del tratamiento quirúrgico todas recibían el tratamiento de quimioterapia, hormonoterapia y radioterapia adecuado.
Los resultados apoyan los ya publicados en la literatura médica: para al menos una parte de las mujeres, aquellas con afectación ganglionar, era mejor recibir la inyección de progesterona que no recibirla. Al recibir la inyección de progesterona y crear una atmósfera hormonal en la sangre de la mujer similar a la que se crea en la segunda mitad del ciclo menstrual, una pequeña mayor proporción de mujeres se curaban.
La existencia de niveles mayores en la sangre de progesterona parece evitar la diseminación de células malignas. Podría significar evitar el desarrollo de metástasis.
No es un estudio totalmente cerrado porque no demostró ser eficaz a todo el grupo en el que se planteó: pacientes con cáncer de mama con o sin afectación ganglionar. Solo se obtuvieron resultados favorables en las pacientes con ganglios positivos, por tanto necesita un nuevo estudio de confirmación. Sin embargo, los oncólogos de la India insisten en que si fuera eficaz sería un tratamiento no costoso, que podría aumentar la curación de mujeres con afectación ganglionar, sobretodo en países en vías de desarrollo, donde aún son más frecuentes que las pacientes sin afectación ganglionar. 

Bibliografia:
  • Badwe R, Hawaldar R, Parmar V et al. Single-injection depot progesterone before surgery and survival in women with operable breast cancer: a randomized controlled trial. J Clin Oncol. 2011; 29:2845-51
  • Imagen. Calendario. 
Creado por Montserrat Muñoz 03-08-2011 11:05
Última actualización en esta sección:03-10-2011 12:55

Tomado de Forumclínic

jueves, 17 de mayo de 2012

MAMOGRAFIA



Mamografía

Radiografía de las mamas que se utiliza para encontrar tumores y poder establecer la diferencia entre enfermedad benigna o no cancerosa y enfermedad maligna o cancerosa.

Procedimiento
La persona debe desnudarse de cintura para arriba y colocarse la bata hospitalaria. Puede permanecer sentado o de pie, según el tipo de equipo que se utilice para elexamen.
La placa de rayos X, dispone de una superficie plana, donde deberá colocar la mama, a continuación el compresor realiza presión en la mama para aplanar el tejido mamario. Las imágenes mamográficas se toman desde varios ángulos
Para mejorar la precisión, se utiliza una mamografía digital donde las imágenes de rayos X se pueden visualizar y dirigir en la pantalla del ordenador.

Antes del exámen
- No aplicar lociones, ni cremas en los pechos el día del examen.
- Se aconseja a la paciente que utilice ropa de dos piezas, ya que es necesario que se desnude de cintura para arriba y se coloque una bata hospitalaria para facilitar la realización de la prueba.
- Notifique al médico y al radiólogo si está embarazada o amamantando.

Durante el exámen
Puede sentir un poco de molestia cuando se realice la presión en la mama, además de sentir frío por el contacto con el metal de la placa.

Propósito del exámen
Las mamografí as son importantes para la detección temprana del cáncer de mama.
Se recomienda que las mujeres comiencen a hacerse exámenes de cáncer de mama a partir de los 40 y que repitan las mamografías cada 1 o 2 años.
Además de la mamografía, a menudo se recomiendan exámenes clásicos de las mamas(en los que el médico palpa las mamas con los dedos) y el autoexamen mensual demamas.
Consulte a su médico de cabecera, la frecuencia de hacerse una mamografía o examenclínico.
También se utiliza para realizar una evaluación a mujeres que presenten síntomas de enfermedad mamaria, como un tumor, secreción del pezón, dolor de mama, hoyuelos en la piel de la mama o una retracción del pezón.

Parámetros normales
El tejido de la mama debe aparecer uniforme y sin presencia de masas.

Valoración de los resultados anormales
  • Una lesión cancerosa, como un quiste puede presentarse bajo una mancha bien delineada, regular y clara.
    Un área opaca y mal delineada probablemente puede sugerir la presencia de cáncer de mama (una lesión cancerosa). Sin embargo, no todos los cánceres son perfectamente redondos y algunos de ellos pueden aparecer bien definidos.
    La biopsia se realiza cuando hay indicios sospechosos, en la valoración de los resultados en una mamografía o en una ecografía, para evaluar si es una afección cancerosa o no cancerosa.
    Una biopsia se puede realizar en las siguientes afecciones:
    • Cáncer de mama
    • Infección mamaria
    • Enfermedad fibroquística de las mamas
    • Tumores en las mamas
    • Dolor en las mamas
    • Secreción del pezón
  • Riesgos
    - No hay riesgo de radiación, se utilizan niveles muy bajos.
    - La superficie abdominal se protegerá con un delantal de plomo, en los casos en que la paciente se encuentre o tenga sospechas de estar embarazada.

    Consideraciones
    Es un procedimiento altamente recomendado por su valor de prevención, ya que se pueden detectar cánceres antes de que éstos puedan ser percibidos.

    Fuente: Qué médico

    domingo, 6 de mayo de 2012

    HORMONAS Y CANCER DE MAMA

    EL USO PROLONGADO DE HORMONAS AUMENTA EL RIESGO DE CÁNCER DE MAMA

    La Dra. Wendy Chen del Brigham and Women´s Hospital de Boston ha dirigido un estudio en el cual ha demostrado que el uso de hormonas durante 10 años o más eleva el riesgo de padecer cáncer de mama.
    Las hormonas usadas como contraceptivos, en el tratamiento de algunas patologías o como substitutivo en la menopausia, tomadas durante  muchos años aumentarían el riesgo de sufrir un cáncer de mama.
    Si bien el riesgo absoluto de padecer cáncer de mama en una mujer que tome substitutivos hormonales es pequeño los médicos recomiendan el tomar la menor dosis posible durante el menor tiempo posible

    CANCER DE MAMA Y DEPRESIÓN



    En Barcelona,España.
    Acaban de confirmar una sospecha largamente apuntada por ESTUDIO ESPAÑOL.

    LA DEPRESIÓN INCREMENTA EL RIESGO DE MUERTE EN PACIENTES CON CÁNCER.


    A D E M Á S ...


    Un estudio llevado a cabo investigaciones previas: la depresión puede llegar a duplicar el riesgo de muerte en pacientes con cáncer. Según investigadores del Hospital Clínic de Barcelona esta observación subraya la importancia de diagnosticar y tratar a tiempo esta patología en pacientes oncológicos para mejorar su calidad de vida e incluso aumentar su supervivencia.
    Tal y como se puede leer en el último número de la revista 'Journal of Clinical Oncology', la colaboración entre el servicio de Psiquiatría y la Unidad de Trasplante de Progenitores Hematopoyéticos del Hospital Clínic, ha permitido comprobar el impacto de la depresión mayor (el tipo de trastorno depresivo más grave) en 199 pacientes con leucemia que habían sido sometidos a un trasplante de médula entre 1994 y 1997.
    Los pacientes fueron entrevistados el día del trasplante y, posteriormente, cada siete días para valorar su estado anímico según una escala estandarizada de depresión. En total, 18 tenían depresión mayor (un 9% del total) y otros 17 menor (8,5%). Según explica a este periódico el doctor José María Prieto (autor de la tesis en la que se enmarca este trabajo), precisamente la valoración clínica de la depresión le da a este estudio un rigor metodológico que no tenían los trabajos anteriores sobre el mismo tema "y nos permite confirmar teorías que ya se habían apuntado".
    Analizando los datos de supervivencia, su equipo detectó una tendencia más pronunciada de mortalidad en los pacientes con depresión mayor. Concretamente, sus porcentajes de supervivencia al cabo de uno, tres y cinco años fue del 50%, 33% y 33% respectivamente; frente al 77%, 60% y 53% de los sujetos no deprimidos.
    Curiosamente, en el grupo con depresión menor la mortalidad fue algo menos pronunciada que en los pacientes no deprimidos, aunque los autores admiten que serán necesarias investigaciones más amplias para dar una explicación convincente a este fenómeno.

    El estudio reconoce que los mecanismos responsables de esta relación no están del todo claros; sin embargo, apuntan varias posibilidades. En primer lugar, podrían existir efectos directos de esta patología psiquiátrica en el sistema inmune de los pacientes oncológicos. Además, no descartan que los sujetos con depresión experimenten cambios negativos de comportamiento. Su apatía y tristeza, apuntan, podrían hacer que desoigan los consejos médicos, que incumplan las pautas de las terapias o incluso que incrementen el consumo de alcohol o tabaco.

    En cualquier caso, estos especialistas insisten en la importancia de detectar y tratar a tiempo la depresión en pacientes con cáncer y no "excusarla como una reación comprensible e inevitable ante el diagnóstico". De hecho, el doctor Prieto recuerda que son varios los estudios que ya han demostrado que una adecuada atención psicológica y psiquiátrica podría mejorar su calidad de vida, reducir el tiempo de estancia hospitalaria e incluso favorecer su supervivencia.

    "Hace unos diez años existía una tendencia a creer que el tratamiento con antidepresivos podía afectar al curso del cáncer", explica el doctor Prieto, miembro del departamento de Psiquiatría del Clínic, "hoy en día se sabe que eso no es así, y que incluso puede ser beneficioso". Por eso, este especialista recuerda la necesidad de no desatender los aspectos psicológicos asociados al cáncer o, lo que es lo mismo, "la unión de cuerpo y mente".