Apuestan por las mamografías a partir de los 40 años, pero dudan sobre la viabilidad de convertir esa medida en un plan generalizado de detección precoz entre las mujeres que no hayan cumplido los 50, edad a la que se practica ahora esta prueba diagnóstica. Esta es la principal conclusión que ofrecieron los expertos en cáncer de mama que se dieron cita en Oviedo en el 33 Congreso de Semergen. Tanto José María Rodríguez Álvarez, ginecólogo de la Unidad de Patología Mamaria del HUCA, como María del Carmen Moraño, médico de familia y adjunta a la Fundación Sanatorio Adaro de Langreo, consideran que las mamografías «son la herramienta más eficaz para la detección del cáncer de mama». El facultativo del HUCA tiene claro que «individualmente, no hay duda de mi recomendación como médico: todas las mujeres deben hacer una mamografía anual a partir de los 40 años». Rodríguez Álvarez comparte la opinión emitida semanas atrás por la alcaldesa de Gijón, la cirujana y exmiembro de la Unidad de Patología Mamaria del Hospital de Cabueñes, Carmen Moriyón, que propuso adelantar la prueba a los 40 años.
Sin querer entrar en polémica, este especialista señaló que de los 600 casos de cáncer mamario que se declaran al año en Asturias «el 25% corresponde a mujeres por debajo de los 50 años». Lo que no tiene tan claro este ginecólogo del HUCA es si hay que radiografiar de forma generalizada las mamas de todas las mujeres a partir de los 40. Actualmente, los planes de screening, los destinados a la detección precoz de cáncer de mama en la población que se estima de mayor riesgo, arrancan a los 50 años. «No me atrevo a opinar sobre esa propuesta, ya que depende de muchas circunstancias, entre ellas, la económica», indicó. Además, un programa de cribado en mujeres de 40 años «no es igual que a los 50, ya que cuando la mujer es más joven y debido a la constitución de las mamas, es más difícil interpretar el resultado que nos da una mamografía». Rodríguez apuntó que este tumor se puede dar en casi todas las edades e, incluso, ha apuntado que el caso más precoz que conoce se produjo en una mujer de 24 años.
Por su parte, María del Carmen Moraño resaltó el papel del médico de Atención Primaria para detectar las pacientes de alto riesgo, practicar una primera exploración y usar adecuadamente los métodos complementarios para lograr una cirugía menos agresiva.
Fuente: Elcomercio.es 04.11.11
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