Son las lesiones mamarias no palpables más frecuentes.
La MAMOGRAFIA es la única técnica de la que disponemos actualmente para su detección temprana, no siendo visibles en los estudios ECOGRÁFICOS convencionales, de ahí la importancia de la combinación de ambas pruebas en el estudio de la mama.
Las microcalcificaciones se manifiestan en la mamografía como unos pequeños puntos blanquecinos, los cuales debemos detectar y clasificar según su número, tamaño, morfología y distribución.
fig1: Microcalcificaciones sospechosas |
fig: Imagen ampliada |
El radiólogo (único especialista capacitado tanto técnicamente como legalmente para la valoración de las mamografías) analizará las características de las microcalcificaciones y emitirá según estas un informe radiológico siguiendo las directrices del COLEGIO AMERICANO DE RADIOLOGIA, clasificándolas según el Breast Imagin Reporting and Data Sistem (BI-RADS), clasificación del 0 al 6.
Cada categoría de dicha clasificación conlleva unas implicaciones clínicas y terapéuticas.
Las categorías 4 y 5 son sospechosas de malignidad y deberán ser sometidas a una biopsia, siendo el radiólogo quien procederá a su realización mediante las técnicas guiadas por imagen menos agresivas que considere oportunas en cada caso.
Todos sabemos que la supervivencia en el CÁNCER DE MAMA va íntimamente ligado a su diagnóstico precoz, el cual también disminuye el número de MASTECTOMIAS RADICALES a realizar, por todo ello se recomienda actualmente la realización anual de una MAMOGRAFIA única técnica capaz de detectar las microcalcificaciones.